Cortijos

El cortijo es la edificación más representativa del mundo rural andaluz y lógicamente tiene su presencia de forma importante en el espacio rural del municipio de Íllora.

Esta edificación rural esta caracterizada por estar pensada para la vida del campesino andaluz, así es una mezcla de vivienda, almacén de grano, granja etc, todo para combinar su habitabilidad con su funcionalidad agraría.
Para su construcción se utilizaban en muchos casos materiales del propio entorno y eran sus propios habitantes los constructores de los mismos.
Los cortijos han sido durante años los vertebradores de la vida económica y social del campesinado andaluz que en gran parte residía en estas edificaciones y que a su vez configuraba un sector importante de la población del municipio de Íllora: los cortijeros. Los cortijeros abandonaron en amplio número sus edificaciones emigrando en muchas ocasiones al pueblo llegando a formar barrios enteros del mismo.
La estructura del cortijo contemplaba una zona para la habitabilidad de la familia y otra era dedicada para almacenar grano y todo tipo de aperos de labranza, siendo la parte alta del cortijo la dedicada a este fin..
Al ser construidos con materiales del terreno, edificando amplios muros de piedra se conseguía un amplio aislamiento térmico que hacía de estas casas de campos lugares frescos en el verano.
En los últimos años los cortijos han experimentado un desgraciado deterioro material en parte significativa de ellos, todo lo cual nos debe impulsar a recuperarlos y conservarlos como muestra de nuestro pasado para la comunidad y como disfrute para sus propietarios.

 
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