En nuestros secos campos mediterráneos encontramos en muchas ocasiones además de las fuentes otros enclaves de agua como son los pozos.
Construidos con materiales básicos como las piedras que se dan en el mismo entorno eran y son los puntos de abastecimiento de los pobladores del campo de Íllora, existiendo también en el casco urbano.
En la actualidad hay muchos que se encuentran muy deteriorados, aunque también los hay que están bastante bien conservados en manos de particulares. Su construcción se llevaba a cabo por unos profesionales ya prácticamente extinguidos que son los pozeros que de una forma prácticamente artesanal los construían, con todo el esfuerzo que esto suponía. En su ejecución encontramos distintos acabados así los encontramos construidos en lo que podríamos llamar piedra seca, los podemos encontrar con retoques realizados con materiales más modernos e incluso algunos con bonitos acabados que le dan un atractivo aspecto. Su agua como la de las fuentes es de agradecer y se aprecia sobre todo en los tórridos veranos mediterráneos.
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